Una de las preocupaciones más recurrentes de los últimos meses para casi cualquier persona con un vehículo particular es el gran aumento que ha tenido el precio de los carburantes. A esto, además, hay que sumarle el crecimiento de los gastos de mantenimiento debido a la creciente complejidad técnica de los automóviles. Si nos trasladamos al ámbito del negocio aeroespacial, nos encontramos con unos costes de mantenimiento mucho mayores (alrededor del 10% de los gastos de las aerolíneas corresponden a esta cuestión, y eso solo si el avión despega, por lo que es fácil imaginar las cifras de las que hablamos cuando estábamos en pleno confinamiento).
Solo en 2019, el gasto global dedicado al MRO (Maintenance, Repair and Overhaul) ascendió a 83.000 millones de dólares, pero se espera que, en 2030, se alcancen más de 115.000 millones, según cifras extraídas de una encuesta anual de Olyver Wyman.
Pero muchas de las innovaciones que se aplican a la industria del transporte (coches conectados, sensores que regulan el nivel de aceite o indican la existencia de un mal funcionamiento, aplicaciones móviles, etc.) también son de utilidad en el sector aeroespacial y pueden ayudar a reducir estos costes.
Con la llegada de la Covid-19, el MRO, que ya atravesaba algunos desafíos importantes, ha tenido que hacer frente también a la reducción del tráfico aéreo, lo que ha repercutido en su facturación. Uno de los principales retos era apoyar la reducción de costes sobre iniciativas de sostenibilidad, disminuyendo las emisiones por medio de aviones basados en hidrógeno y de combustibles más eficientes
A fin de desarrollar y madurar tecnologías avanzadas que puedan reducir el impacto medioambiental de la aviación, es importante la colaboración con socios de la industria. En este contexto, Sopra Steria cuenta con su ‘Programa Cero Emisiones’, con el que ayuda a fabricantes a mejorar y acelerar sus objetivos de huella de carbono para sus aviones.
Es posible trabajar en motores de derivación ultra alta, reducir el ruido de los motores y del fuselaje para trenes de aterrizaje, disminuir el peso total de las naves, etc. Asimismo, se pueden utilizar tecnologías como la inteligencia artificial combinada con la gestión integrada de la salud del vehículo.
Mantenimiento cero
Otro aspecto a tener en cuenta es, por supuesto, la mejora en las tareas de mantenimiento apoyadas sobre la innovación tecnológica, de modo que sean sustentables en el largo plazo.
La Compañía lleva varios años desarrollando planes para mejorar todas las tareas de mantenimiento a través del análisis de datos y la Inteligencia Artificial. Además, llevamos a cabo proyectos de mantenimiento predictivo que facilitan la optimización de las operaciones. Hemos notado que las empresas que llevan a cabo estos programas reducen, tanto el consumo como los costes, pues los equipos bien mantenidos producen menos desechos y tienen un menor impacto medio ambiental.
Aviación Consciente
Por último, cuando hablamos del diseño de naves capaces de reconocer todo lo que ocurre en su interior y hasta planificar automáticamente visitas a hangares de manera automatizada para poder repararse, nos referimos a la 'Aviación Consciente'.
Se trata de vehículos que pueden monitorizar constantemente su estado y tienen un control absoluto de su propio funcionamiento, permitiendo un mantenimiento predictivo y promoviendo una mayor vida útil. Próximamente, las naves se auto repararán cuando sea necesario y los operadores humanos e ingenieros podrán comunicarse con ellas.
El sector aeroespacial es una industria crítica y fundamental que, en ocasiones, puede carecer de la visibilidad que tienen otros ámbitos dentro de la movilidad, pero que, en los últimos años, ha realizado importantes inversiones para estar a la vanguardia… es el momento de reivindicarlas.