Cada vez son más las empresas que vuelcan sus mayores esfuerzos en estrategias Cloud. De hecho, las previsiones indican que el crecimiento de este tipo de servicios triplicará al del resto de compras en TI en 2022.
Sin embargo, la decisión de adquirir tecnología en Cloud implica la evaluación de distintas variables financieras que, a menudo, no se mencionan en los foros adecuados.
Según el informe ‘State of the Cloud 2018’, de Rightscale, la optimización del gasto en la nube es la principal prioridad para el 58% de las empresas encuestadas. Esto supone un aumento de 5 puntos en los últimos 12 meses. Además, el estudio señala que la importancia asignada a la optimización del gasto aumenta con la edad de la empresa.
El estudio, además, revela que mejorar la información financiera utilizando la nube es una preocupación para el 44% de los encuestados. Así, utilizar servicios de nube pública implica volver a pensar en la gestión financiera de TI. La migración a un entorno Cloud, ya sea hybrid-cloud o multi-cloud, no solo requiere pasar de una mentalidad de inversión (con planes de tres años) a un modelo de uso y suscripción instantáneos, sino de una gestión eficiente que evite gastos excesivos e injustificados.
Centrado tanto en la gestión de operaciones técnicas como financieras, se ha desarrollado un nuevo tipo de gobernanza conocida como FinOps (Finanzas/Operaciones). Dicha disciplina reúne un conjunto de habilidades, prácticas y herramientas que tienen como objetivo medir el uso y optimizar los costes
Educar, controlar y optimizar: claves para evitar el gasto excesivo
Para proporcionar de una manera adecuada servicios a los usuarios, una empresa debe basarse en sus buenas prácticas y estar cualificada para un buen control del uso. En este contexto, surge el concepto de FinOps
La filosofía de este modelo operativo se recoge en los siguientes puntos:
- Educar: crear conocimiento, permitir la transformación digital y centrarse en la respuesta dentro de las grandes organizaciones donde los responsables de las aplicaciones están más cerca de los usuarios finales.
- Controlar: medir e identificar el gasto excesivo, el uso desmesurado y los recursos innecesarios lo más rápido posible, utilizando las herramientas de control de gasto en Cloud.
- Optimizar: Aplicar regularmente las recomendaciones de optimización de recursos de manera eficiente, ya que puede suponer un ahorro del 10-25% de los costes en la nube.
Las grandes ventajas de migrar a la nube
Una vez aplicados estos principios, será posible extraer todo el potencial de la migración a la nube:
- Reducción de costes: inversiones en infraestructura TI propia, licencias de software, gastos de mantenimiento, energéticos y personal técnico, entre otros.
- Gestión de la obsolescencia: asegurase una tecnología actualizada y optimizada en todo momento.
- Escalabilidad: disponer de mayores recursos por necesidades del negocio a demanda.
- Seguridad: la disponibilidad de los datos estará en centros de datos replicados los cuales estarán cifrados y donde se realizarán copias de seguridad sin preocuparse por ello.
- Descuentos por uso comprometido: descuento en la factura en caso de contratar recursos comprometidos para 1 ó 3 años, descuento de hasta el 30% por uso continuado en GCP.
- Mejora del time to market: disminución de los recursos requeridos al ejecutarse varias tareas sin necesidad de procesos complejos entre grupos. Esto supone una reducción sustancial del tiempo de ejecución de los proyectos, lo que posibilita ponerlos en producción mucho antes y hacer más lanzamientos en menos tiempo. En definitiva, permite una ostensible mejora de la competitividad.